23 de febrero de 2010

 

Pongo una foto grande, porque no tengo inspiración estos días como para escribir una historia.
Las razones son estas:
  • No me encuentro bien.
  • Para la semana me voy de excursión, necesito tiempo para hacer deberes, estudiar...
  • Y tengo un cacao mental, que no puedo con él.

14 de febrero de 2010

Feliz día cualquiera :D














¿Quién me puede explicar, qué tiene de especial San Valentín? A no ser que sea tu cumplaños, tu boda, el aniversario con tu pareja... Una fecha comercial más, como Navidades.
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Juan tachó el sábado trece de febrero de su calendario y dibujó un corazón en el día catorce.
- ¡Oh qué bonito! ¡Hoy es san Valentín!
+ Pero, Juan, ¿no te das cuenta de que esto es una simple invención de los comercios?
- Lo que tu digas, pero me encantaría que este día lo celebrasemos por lo alto.
+ Yo prefiero que, te acuerdes de a que hora quedamos, y que llegues más temprano, y que si quieres comprarme uno de eses detalles bonitos, como flores, para compensarme por haber llegado tarde o por cualquier otra cosa, por que sabes que me vuelven loca tus detalles, que lo puedes hacer cualquier otro día.
-Te he comprado un regalo, por ser hoy un día cualquiera.
+Y como día cualquiera tu tambien tienes tu regalo. Feliz día cualquiera.
Ambos sonrieron. Ambos abrieron sus regalos, como si fuese cualquier otro día.

6 de febrero de 2010

Flor a flor fueron contándome el secreto.

Tic, tac, tic, tac.
Son las once y veintiséis. Se está atrasando veintiséis minutos. Por mucho que le gustase ese número esta vez Juan tendría que darme una escusa de campeonato. Miré otra vez el reloj. Miré hacia la ventana. Nada. Estaba cojiendo el bolso cuando de repente noté como alguién me paraba la mano. En ese momento empezaba a sonar una cancion de Pereza, Amelie. Como me encantaba esa canción. ¿Sería porque nos llamamos igual? Me di la vuelta y allí estaba. Tenía un aire descuidado, pero como solo él sabía llevarlo.
Se me olvidaron las palabras, el beso que Juan posó en mis labios me robó las palabras. Aunque no hacían falta ni siquiera explicaciones. El ramo de orquideas, se chivó. Flor a flor fueron contándome el secreto.
-Siento el retraso, encontrar un ramo de orquídeas a las diez y veintiséis, no es fácil.
¿Como puede ser tan atento?...

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